sábado, 24 de diciembre de 2016

La Biblia en un año #Dia344

Hebreos 1-2

Esta carta fue escrita a judíos cristianos profesantes, que sufrían persecución por su fe en Cristo, y aunque se presume que fue escrita por el apóstol Pablo, su autor es realmente desconocido. A pesar de todas las hipótesis, la carta es anónima. Muchos de estos judíos estaban considerando hasta renunciar a su profesión de fe para volver a la seguridad que ofrecía judaísmo, pero el escritor los exhorta a mantener su fe y a continuar hacia la madurez espiritual. Hace mucho, mucho tiempo, los profetas comunicaron el mensaje de Dios a los antepasados judíos, lo hicieron muchas veces y de muchas maneras. Pero ahora, en estos últimos tiempos, Dios lo ha comunicado por medio de su Hijo, porque por medio de él Dios creó el universo, y lo hizo dueño de todas las cosas. El Hijo de Dios logró que Dios nos perdonara nuestros pecados, y después subió al cielo para sentarse a la derecha del trono de su Padre. El Hijo de Dios llegó a ser superior a los ángeles, pues Dios le dio un nombre mucho más importante que el de ellos al decirle: Tu eres mi hijo, y yo soy tu Padre; además le dijo que su reinado duraría para siempre, y usaría su poder en favor de la justicia. Se complacería en lo bueno, y rechazaría la injusticia. Dios lo declaró su rey favorito, ¡El rey más feliz de la tierra! En el principio Dios creó los cimientos de la tierra y con sus manos formó los cielos; ellos dejarán de existir, pero Jesucristo permanecerá para siempre; ellos se desgastarán como ropa vieja, los doblará como un manto y los desechará como ropa usada; pero Él seguirá siendo siempre el mismo, Él vivirá para siempre. Así que debemos prestar mucha atención a las verdades que hemos oído, no sea que nos desviemos de ellas. Pues el mensaje que Dios transmitió mediante los ángeles se ha mantenido siempre firme, y toda infracción de la ley y todo acto de desobediencia recibió el castigo que merecía. Entonces, ¿qué nos hace pensar que podemos escapar si descuidamos esta salvación tan grande, que primeramente fue anunciada por el mismo Señor Jesús, y luego nos fue transmitida por quienes lo oyeron hablar? Además, Dios confirmó el mensaje mediante señales, maravillas, diversos milagros y dones del Espíritu Santo según su voluntad.

Dios no ha puesto a los ángeles como jefes del mundo en que vamos a vivir en el futuro. En ese mundo el jefe será otro. Nuestro Jesucristo, quien está a cargo de todo lo creado, coronado de Gloria y poder, y quien tiene sujeto todo bajo sus pies. Ese "todo" significa que nada está afuera, y aunque todavía no vemos que él gobierne sobre todas las cosas, sabemos que Dios nos ama y que envió a Jesús a morir para salvarnos. Por eso, aunque Dios permitió que, por algún tiempo, Jesús fuera menos importante que los ángeles, ahora Jesús ha recibido gloria y honor. Dios hizo todas las cosas para él mismo, y quiere que su gloria la compartan todos los que lo aman y obedecen. Para eso, Dios tenía que hacer perfecto a Jesucristo y dejarlo morir, pues Jesucristo es el Salvador de todos nosotros. Todos los que aman y obedecen a Dios son sus hijos, y Dios es padre de todos ellos; y como Jesús también es Hijo de Dios, no se avergüenza de tratarnos como hermanos. Nosotros somos seres de carne y hueso, por eso Jesús se hizo igual a nosotros. Sólo así podía morir para vencer al diablo, que tenía poder para matar a hombres y a mujeres. Con su muerte, Jesús dio libertad a los que se pasaban la vida con miedo a la muerte. Queda claro que Jesús no vino para ayudar a los ángeles, sino a todos los descendientes de Abraham, y para poder ayudarlos, tenía que hacerse igual a ellos. Por eso Jesús es un Jefe de sacerdotes en quien se puede confiar, pues está lleno de amor para servir a Dios. Además, por medio de su muerte, Jesús logró que Dios nos perdonara nuestros pecados. Y como Jesús mismo sufrió, y el diablo le puso trampas para hacerlo pecar, ahora, cuando el diablo nos pone trampas, Jesús puede ayudarnos a todos. Jesucristo es superior a todos los sistemas, religiones, dogmas o creencias, incluyendo el sistema judaico al cual también perteneció; es superior a todos los profetas del Antiguo Testamento, porque Él es el hijo de Dios, y nosotros le pertenecemos. Es superior incluso a los ángeles, pues éstos le adoran a Él; él se hizo humano para así morir por la humanidad pecadora, y rechazarlo a Él, es rechazar el amor de Dios, es rechazar la esperanza misma, y es rechazar la vida eterna. Muchos herejes y sectas de hoy quieren desvirtuar a la persona de Jesucristo, claro, son usados por satanás para trastornar la verdad y llevar a los incrédulos directamente hacia la perdición; pero aquí en Hebreos tenemos una excelente herramienta para conocer quien es Jesús, y lo que ha hecho para salvarnos. Además, Cristo ha sido definido como la persona más singular de la historia, y eso es algo que satanás simplemente no puede resistir. Es que esa verdad es algo, que hasta el mismo enemigo tiene que reconocer y a la cual debe sujetarse. El sabe que Jeuscristo, ¡ES EL REY!


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