miércoles, 17 de enero de 2018

No desmayes



Hubiera yo desmayado, si no creyera que he de ver la bondad de Jehová

en la tierra de los vivientes. Salmos 27:13



En medio de esta época tan dura para mi país, Venezuela, donde cada día enfrentas una nueva circunstancia mas o menos dura que la anterior, todos los venezolanos queremos lo mismo: Que la prueba pueda cesar y tengamos entrada a un nuevo tiempo de sanidad y restauración. No podría decir que estoy desesperada, pero si estoy ansiosa y muy expectante de ver materializada mi oración y la de todos los que clamamos a viva voz por nuestra hermosa nación. Anhelo ver lo que Dios con su mano poderosa hará a nuestro favor y como nos dará una nueva posición física y espiritual. El salmista sabía que era aquí en la tierra donde vería la bondad de Dios hecha manifiesta, pues en el cielo, donde entraremos transformados y absolutamente libres, disfrutaremos de la Gloria de Dios por completo. Es aquí donde veremos milagros y grandes portentos, es mientras estemos de paso por esta vida, que seremos testigos del gran poder de Dios; es aquí donde veremos enfermos sanar, cautivos ser libres, y a los presos espirituales tener apertura de sus cárceles. Es en la tierra donde los quebrantados serán aliviados, y donde todo llanto amargo será sustituido por el gozo de una nueva canción. Pues en nuestra Patria Celestial, no tendremos necesidad de cosa alguna. Sé, así como David, que Dios y solo Dios es nuestra luz, y nuestra salvación, y que sino estuviese convencida de su verdad, ya habría perdido el animo y las fuerzas. Es tiempo de aumentar nuestra fe, y mantener viva la esperanza de que veremos muchas promesas cumplidas sobre Venezuela; pues más temprano que tarde, nuestra dicha será mayor. Dios tiene el control. 

¡No desmayes!


lunes, 15 de enero de 2018

Reyes y Sacerdotes

Nosotros estamos recibiendo un reino que nadie puede hacer tambalear. Por eso seamos agradecidos y adoremos a Dios de la manera que a él le agrada. Hagámoslo con respeto y con temor. Hebreos 12:28 (PDT)

¿Conoces el alcance de tu sacerdocio? Quizás, solo quizás, en ocasiones, no estemos lo suficientemente apercibidos del grandioso poder que Dios ha depositado en nuestras manos. Él, nos ha hecho administradores principales de todos sus asuntos y posesiones, por lo que estamos entonces, consagrados a su entera y total disposición. Nuestra identidad como hijos, no está determinada por los poderes de este mundo, y nuestros recursos van mucho más allá de lo humano y lo terrenal. Es Dios mismo quien nos ha hecho recibir un reino inconmovible donde el único Rey soberano es Él, y quien está muy por encima de cualquier gobierno o potestad. Asume hoy, tu posición de reino, y no dejes perder todas las cosas que el Señor tu Dios te ha confiado. No dejes que se conviertan en escenarios que no puedas manejar, y que debas delegar a otros porque tu simplemente no has tomado las herramientas celestiales para realizar el trabajo que se te encomendó. En este reino, debemos adorar a Dios con el amor y la honra que a él le gusta recibir. Aquí no hay mayores o menores, primeros o últimos, simplemente hay servidores dispuestos a manifestar la Gloria del Dios todopoderoso. No seamos como ese siervo que escondió bajo tierra el tesoro que su señor le entregó y no pudo multiplicar sus recursos. Al contrario, tomemos lo que Jesús nos ha dado para invertir, y ganemos mucho más. A los que usan bien lo que se les da, se les dará aún más y tendrán en abundancia; pero a los que no hacen nada se les quitará aun lo poco que tienen. Seamos fieles para administrar todo lo que hemos recibido de parte del Señor: Familias, dones, talentos, Ministerios, empleos, bienes, llamados, propósitos; y seamos aún audaces para convertirlo en mucho más. 

¡Reina!