La Biblia en un año #Dia343

Filemón

La Epístola de Pablo a Filemón, conocida simplemente como Filemón, es uno de los libros del Nuevo Testamento cristiano. Es una carta escrita desde prisión, co-escrita por el apóstol Pablo con Timoteo, a Filemón, un líder en la iglesia de Colosas. Se ocupa de los temas del perdón y la reconciliación. Onésimo es un esclavo desesperado que le acaba de robar a su amo, Filemón, y los esclavos en esa época, eran crucificados por ofensas menores que esa; así que Onésimo escapó a Roma, donde encontró a través de Pablo, una nueva y gloriosa esclavitud: En Cristo. En agradecimiento, Onésimo sirve a Pablo; este esclavo se arrepiente pero no ha hecho la restitución de lo robado; Pablo lo envía de regreso con una carta dirigida a Filemón, pidiéndole que perdone al esclavo y que lo acepte como un hermano en el Señor. Pablo le dijo a Filemón en esta carta, que siempre daba gracias al Señor por él, porque seguía oyendo de su fe en el Señor Jesús y de su amor por todo el pueblo de Dios. Pablo le pidió al Señor que Filemón pudiese poner en práctica la generosidad que provenía de su fe a medida que comprendiera y viviera todo lo bueno que tenemos en Cristo. Muchas veces el amor de Filemón le dio alegría y consuelo a Pablo, pues su bondad reanimaba el corazón del pueblo de Dios. Por todas estas razones antes expuestas, Pablo se atrevió a suplicar bondad por Onésimo, aunque también le dijo a Filemón que en vez de suplicarselo, podía exigírselo, pues por la Palabra, era correcto que lo hiciera. Pero Pablo, por amor, prefirió pedírselo como favor. Onésimo había ofendido gravemente a Filemón, pero ahora era una persona diferente que podía servirle nuevamente. Pablo le dijo a Filemón que ya no recibiera a Onésimo como esclavo, sino como un hermano en Cristo, lo cual era mucho mejor; y que debía apreciarlo y quererlo pues ahora tenía un valor mayor. El apóstol le dijo: Si me consideras tu compañero, recíbelo a él como me recibirías a mí. Si te perjudicó de alguna manera o te debe algo, cóbramelo a mí. Dijo que con su propia mano había escrito que él se encargaría de la deuda de Onésimo, y le rogó que pudiera hacer lo que le pedía en Cristo Jesús. Mientras Pablo escribía esta carta, dijo también que estaba seguro de que Filemón haría lo correcto. Lo que desconocemos en esta carta, es el desenlace de la historia, pues siendo una carta escrita por Pablo, no aparece la respuesta del hermano Fiemón. Pero, siendo la persona de amor, justicia y fe que había descrito Pablo que era, seguramente se sentiría animado a dejar pasar por alto esta ofensa.