martes, 21 de noviembre de 2017

Tiempos duros

Estén alerta. Permanezcan firmes en la fe. Sean valientes. Sean fuertes. 1º Corintios 16:13 (NTV)


Me parece que el Apóstol Pablo le estuviese escribiendo esta carta a los creyentes venezolanos y no a los Corintios. Venezuela vive un tiempo como nunca antes visto. Y no lo digo solo yo, sino que lo refrenda la historia y los testigos que han presenciado los hechos a lo largo de los años. La tormenta ha arreciado, y casi parece insostenible. Justo en estos días, cuando se acerca el mes de Diciembre y la celebración de la navidad, nunca antes había visto un pueblo tan desanimado y aletargado como el mio en la actualidad. Estar así, durante esta larga temporada de pruebas, también ha sido muy duro para mi, pues me entristece ver a mi nación padecer tanto. Solo una cosa le pido a Dios, y es absoluta liberación. Mientras voy a la presencia de Dios y me lleno de su fuerza para seguir, una palabra estremecedora y contundente llega a mi alma: Resiste. Resiste. Y mientras la declaro, no puedo contener las lagrimas en mis ojos. Resistir es mantenerse firme, e implica necesariamente llevar a cabo algo por el mayor tiempo posible mientras enfrentas la oposición de una fuerza contraria. Eso me ha pedido Dios, y eso es lo que haré, aunque parezca cada vez más difícil. El Apóstol Pablo se regocijaba en sus debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones y en estrecheces; porque allí, en medio de su debilidad, el poder infinito de Dios, se hacía más fuerte. Debemos soportar cada embate a través de una fe inalienable, pues de momento, existen  muchísimos agentes externos que se oponen a la labor de Dios. En este duro tiempo, satanás está utilizando cada desafío para dañarnos y quebrarnos, y de este modo, interrumpir el propósito del Señor en nuestra nación. Hoy, con un reposo exclusivo en el campo espiritual y no terrenal, te digo: RESISTE. Falta poco, no te dejes vencer. Podemos soportar todo lo que Dios en su absoluta ciencia y sabiduría nos permita atravesar. Podemos alcanzar grandes prodigios y milagros para nuestro entorno inmediato. Podemos ver más allá de lo tangible. ¡Podemos lograrlo! Si podemos. Así que ahora, que se nos ha pedido correr la milla extra, no es tiempo de desvanecernos ante el dolor, o flaquear ante los infructuosos planes de las tinieblas. Sino de ir y recibir el hermoso producto que Dios quiere sacar de toda esta adversidad. Estemos firmes y constantes, porque nuestra salvación está cerca. 

¡Resiste!


martes, 14 de noviembre de 2017

DIOS PROVEERÁ

Dios proveerá un cordero para la ofrenda quemada, hijo mío —contestó Abraham. Así que ambos siguieron caminando juntos. Génesis 22:8

Cuando Abraham debió enfrentar la difícil tarea de tener que sacrificar a su amado hijo Isaac como una ofrenda quemada, atravesó su mayor prueba de fe. Isaac era el hijo de la promesa, al cual Abraham y su esposa Sara habían estado esperando durante más de 20 años, hasta que finalmente concibieron, y se materializó la Palabra que Dios les había dado a ambos. El Señor, además de comprobar que Abraham le era completamente obediente y fiel, también quería mostrarle que Él era un Dios de provisión; y que al esperar en silencio delante de su presencia, Él se presentaría de forma milagrosa para suplir su necesidad. Y como no, si Abraham estaba en ese Monte, solo con su hijo; con el altar preparado, la leña, el fuego, y el cuchillo en su mano, y dispuesto a obedecer a Dios. Isaac, quien ignoraba completamente la situación, le preguntó a su padre donde estaba el animal que sacrificaría, y Abraham sólo contestó: Dios proveerá un cordero para la ofrenda, hijo mio. Pues, con esa firme declaración de dependencia y seguridad, no hicieron falta mayores palabras. Luego de que Isaac fuese atado y puesto sobre el altar, encima de la leña; el Ángel del Señor le dijo a Abraham que no lo sacrificara. Pues había demostrado verdaderamente temer y amar a Dios. Entonces Abraham levantó los ojos y vio un carnero que estaba enredado por los cuernos en un matorral. Así que tomó el carnero y lo sacrificó como ofrenda quemada en lugar de su hijo. Abraham, que no quiso negarle a Dios ni siquiera su propio hijo, nos mostró que la obediencia es la llave que abre el candado de la bendición. Y Dios, que es verdaderamente fiel con todo aquel que le toma por Padre, manifestó que su providencia dispone todas las cosas de forma anticipada para el beneficio de los que creen. Dios no llevó a Abraham a ese Monte para perjudicarlo, sino para cumplir su propósito sobre él. Así que, levanta los ojos, y ve que en ese lugar adonde Dios te ha llevado para probar tu fe, está el favor y el auxilio que el mismo ha provisto para tu bien. Confía en que Dios nunca dirigirá tus pasos hacia un sitio donde no pueda sostenerte, y recuerda en medio de la más dura carencia y el desafío, que en el monte del Señor será provisto. Él ha servido la mesa para sus hijos. 



miércoles, 1 de noviembre de 2017

REPOSO VS. ACCIÓN

Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará; pues Dios da a todos sin limitación y sin hacer reproche alguno. Santiago 1:5 (DHH)

Uno de mis grandes retos como hija de Dios, ha sido descubrir cuando permanecer de rodillas para recibir, y cuando debo ponerme de pie para ir yo misma a alcanzar. Cuando Abraham, el amigo de Dios y padre de la fe hebrea, supo que Sodoma sería destruida, se mantuvo en oración clamando a Dios para que su sobrino Lot, el cual vivía en aquella región, pudiese ser salvado. En ese momento Abraham optó por el reposo y descansó en el Señor. Mientras que, cuando el mismo sobrino fue víctima de un ataque por parte de tropas enemigas, y fue llevado prisionero, Abraham se levantó y juntó a todos sus hombres para salir a pelear por él y rescatarlo. En este último caso, Abraham, atacó desde su propia mano la situación. En ambos escenarios encontramos la actitud de un hombre de fe que no se dejó vencer por las circunstancias, y que sabía cuando era el momento oportuno para esperar en la presencia de Dios, y cuando había que levantarse y actuar. Solo de una profunda intimidad con el Padre Celestial puede brotar la sabiduría para comprender cual de éstas es la alternativa correcta. Pues Él desea REVELAR a tu vida cual es la forma indicada en la que debes caminar. Sin importar lo que digan los demás, o la magnitud de las cosas que sucedan a tu alrededor, decide tu mismo a través del Espíritu de Dios, si debes mantenerte quieto y ver lo que hace Dios, o si por el contrario, debes ir en sus fuerzas y arrebatar tu bendición. A través de Jesús, Dios ha hecho sobreabundar en sus hijos todo conocimiento e inteligencia, así que pregúntale hoy si esperas que pase, o HACES que pase, porque sólo su dirección puede llevarte por el camino correcto. Si obedeces a su voz, así como en el caso de Abraham, el éxito estará asegurado.

¡Pregúntale!