miércoles, 30 de marzo de 2016

La Biblia en un año #Dia89

    2° Samuel 14-18


    Cuando Absalón mató a su hermano Amnón por haber violado a su hermana Tamar, Absalón huyó a Guesur y se quedó allí tres años, bajo la protección de Talmai hijo de Amihud, que era rey de ese lugar. Durante este tiempo David extrañaba mucho a Absalón, por lo que Joab, jefe de su ejercito, planificó una estrategia para que David entendiese que debía perdonar a Absalón y dejarlo volver a Jerusalén, pues siendo un hombre justo y bueno, eso era lo que debía hacer. La estrategia de Joab tuvo éxito y el rey lo envió a buscar a su hijo Absalón, sin embargo, a pesar de volver, David no quería verlo, y fue así durante dos años. hasta que finalmente Absalón convenció a Joab para que le dijera a su padre que permitiera que él lo viese; Joab fue a ver al rey y le dio el mensaje de Absalón, entonces David lo mandó a llamar. Cuando se encontraron, Absalón se inclinó hasta el suelo, pero David lo levantó y le dio un beso.


    La ambición... vista desde el punto de vista negativo, puede crecer como una pequeña hierba que logra dañar todo un campo. Absalón quería ser rey, y para eso, manipuló a los israelitas para hallar gracia delante de ellos; además dijo a su padre que le permitiera ir a Hebrón para adorar a Dios, cuando lo que realmente quería era que allí, las tribus los coronaran rey usurpando el lugar de su padre. cada día era más la gente que se unía a Absalón y la rebelión contra David fue cobrando fuerza. Por esta razón David huyó con toda su familia y su gente pues temía que Absalón los atacara y los matara y así anduvo vagando por el desierto.



    Ahitófel, el acompañante de Absalón en esta terrible traición a David, fue el encargado de aconsejar a Absalón y de seguir sembrando discordia, de este modo, Absalón terminó hasta teniendo relaciones sexuales con las mujeres de su padre que se habían quedado en Jerusalen cuidando el Palacio a la vista de todo el mundo. El plan de Ahitófel era perseguir y matar a David; sin embargo, Husai recomendó a Absalón no permitir tal cosa pues su padre y su ejercito eran hombres de guerra muy valientes y haciendo esto, seguramente Ahitófel y sus hombres perderían la pelea, por lo que le dijo que reuniera a los israelitas y que él mismo dirigiera la batalla para atacar a David y a todo su ejercito. Absalón y todos los israelitas estuvieron de acuerdo en que el plan de Husai era mejor que el de Ahitófel, pues el Señor había determinado frustrar el plan acertado de Ahitófel, para acarrear el desastre sobre Absalón. Cuando Ahitófel vio que Absalón no le había hecho caso, se montó en su burro y se regresó a su casa, al llegar, arregló sus asuntos familiares, y luego se ahorcó.



    Luego de esto David y sus soldados se prepararon para pelear, y aunque David quería ir también a la batalla, los jefes de sus ejércitos pensaron que no era buena idea, por lo que él se quedó y les dijo que durante la pelea cuidaran a su hijo Absalón. El ejército de David derrotó al de Absalón. Ese día murieron como veinte mil soldados de Absalón. No había en todo Israel ninguno tan alabado por su hermosura como Absalón; desde la planta de su pie hasta su coronilla no había en él defecto; su cabello era uno de sus atractivos, y solo lo cortaba una vez al año, curiosamente, este mismo atractivo fue el que causó su muerte, ya que, cuando Absalón iba a enfrentar al ejercito de David su cabello quedó atorado en las ramas un árbol y quedó colgando, enseguida, Joab fue al árbol donde Absalón todavía estaba colgado, y le clavó tres flechas en el pecho. Los diez ayudantes de Joab rodearon a Absalón y acabaron de matarlo. Cuando David supo que Absalón había muerto se lamentó y lloró y hasta deseó haber sido él quien muriera en lugar de su hijo. Absalón decidió no honrar a su padre, contrario a eso, quiso destronarlo y hasta matarlo, pero el amor de David hacia su hijo se mantuvo hasta siempre, como el de la mayoría de todos los padres.


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