martes, 22 de marzo de 2016

La Biblia en un año #Dia80

    1° Samuel 20-23

    Esté Jehová entre nosotros dos para siempre.... Palabras con las cuales Jonatán y David sellaron nuevamente su pacto de amistad cuando Jonatán protegió a David y lo salvó de la ira de su padre. Más allá del amor genuino que había entre David y Jonatán y la amistad tan sincera que los unía, nunca había considerado hasta hoy algo que se encuentra en el devocional de la Biblia que estoy leyendo: humanamente hablando, Jonatán era el heredero del trono como sucesor de su padre Saúl; quizás esto le daba razones para unirse a su padre y acabar con David, pero Jonatán fue una persona tan excepcional, que contrario a eso, decidió honrar a Dios y aceptar su voluntad, por lo que protegió a David y lo ayudó a escapar de Saúl, aunque eso significara ponerse en "segundo plano". 

    David logra huir de Saúl y sus hermanos y familiares se le unieron, además de cuatrocientos hombres pobres que David llegó a dirigir. Mientras David huía, fue ayudado por un Sacerdote de Dios en la tierra de Nob, quien le dio comida y un arma para su viaje; estaba Saúl tan apartado de Dios, consternado, lleno de celos, envidia, ira y maldad, que cuando supo esto ordenó matar a los sacerdotes de Dios por haber ayudado a David; de verdad no puedo creer hasta donde llega la perversidad de una persona cegada por el pecado... Esta fue una decisión tan terrible que ni siquiera sus guardias querían matar a los sacerdotes, por lo que terminó haciéndolo un hombre que no era israelita que fue mandado por Saúl, quien además mató a hombres, mujeres, niños y recién nacidos, y a todo el ganado.

    David siguió huyendo de Saúl pues éste no descansaba de perseguirlo, después de haber mandado a asesinar a los sacerdotes de Dios, no cabe duda de que sería capaz de todo con tal de matar a David; Saúl lo buscaba todo el tiempo, pero Dios no dejaba que lo encontrara. Hasta el desierto donde se escondía David llegó su amigo Jonatán para animarlo a tener confianza en Dios, le dijo que no tuviera miedo porque su padre no iba a poder encontrarlo; y que hasta él mismo sabía que él iba a ser rey de Israel. Ciertamente Jonatán amaba a David como a sí mismo y su lealtad superó todos los limites.

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