La Biblia en un año #Dia65

    Todavía siete tribus faltaban por recibir su territorio, por lo que tres hombres pertenecientes a cada una fueron escogidos para recorrer toda la tierra no repartida y para que luego informasen a Josué cómo podía repartirse; él consultaría a Dios para realizar la correcta asignación de la tierra. Esos hombres recorrieron la tierra y señalaron en su informe las regiones y las ciudades disponibles y Josué guiado por Dios hizo la repartición. De ese modo fue repartido el territorio a la tribu de Benjamin, Simeón, Zabulón, Isacar, Aser, Neftalí y Dan. Josué también recibió su parte cuando hubo terminado de repartirse la tierra entre los israelitas; por orden de Dios a Josué se le dio la ciudad que él había pedido, en la región montañosa de la tribu de Efraín, Josué reconstruyó la ciudad y vivió allí.

    Josué también tuvo que recordar a los israelitas acerca de las ciudades especiales de refugio de las cuales había hablado Dios a Moisés, donde podía refugiarse cualquier persona que sin querer matase a otra. También debían ser repartidas las ciudades donde vivirían los Levitas y los campos para el pastoreo de su ganado; así, de acuerdo con el mandato de Dios se entregaron a los Levitas estas ciudades y sus campos de pastoreo. Un total de cuarenta y ocho ciudades con sus respectivos campos de pastoreo fueron entregadas a los descendientes de la tribu de Leví que estaban dentro de los territorios de las demás tribus. 

    Así fue como Dios entregó a los israelitas toda la tierra que bajo juramento ya había prometido darles. Ellos se instalaron y vivieron allí. Dios también les había prometido que vivirían en paz, y lo cumplió. Les dio la victoria sobre todos sus enemigos, y ninguno pudo hacerles frente. Dios cumplió con todas las promesas que les había hecho a los israelitas; no dejó de cumplir ninguna de ellas. Este último párrafo en mi articulo de hoy corresponde a los tres últimos versículos de Josué 21, traducción al lenguaje actual de las escrituras, que lleva por titulo: Dios cumple sus promesas. No podía dejar de compartir esto tan cierto y tan real, no solo en la vida del pueblo amado del Señor, Israel, sino en la mía y sé que en la de muchos que hoy me leen. "No faltó palabra de todas las buenas promesas que Jehová había hecho a la casa de Israel; todo se cumplió." Js. 21:45 (RVR1960). Creo que esta parte de la Biblia es hermosa en todas las versiones que existan. Dios es fiel.