jueves, 10 de marzo de 2016

La Biblia en un año #Dia69

    Que creen ustedes que puede seguir ocurriendo durante estos próximos capítulos? Los hijos de Israel siguen haciendo lo malo delante de Dios! Y repito algo que dije muchas lecturas atrás cuando los israelitas se quejaban contra el Señor estando en el desierto: yo también he sido como ellos; no puedo juzgarlos, quizás en menor o mayor proporción, pero eso no le importa a Dios, desobediencia es desobediencia. Era momento de elegir un nuevo libertador para Israel pues Dios los había entregado en manos de Madián, y la mano de Madián prevalecía contra Israel. Los israelitas trataban de hacer cuevas y esconderse, pero los madianitas los atacaban y los maltrataban; hasta destruían sus cosechas y se llevaban a sus animales dejándolos sin nada que comer. 

    Dios siempre llama a quien la gente menos espera, de hecho, ni el que ha sido llamado lo esperaría. Si hay uno grande, fuerte, dispuesto, lleno de cualidades y herramientas, seguro de sí mismo, admirable y a quien cualquiera eligiria, Dios dice: no, ese no; tráiganme al que no tiene nada, al que depende solo de mi. Esto pasó con Gedeón, el futuro conquistador de Madián; cuando Dios lo llamó le dijo: Como podré librarlos yo Dios? Pertenezco a la tribu más pequeña, mi familia es la más pobre y yo soy el menos importante; tres diferentes razones que Gedeón consideraba determinantes como para no poder librar a Israel de la opresión madianita. A este inseguro Gedeón Dios le dio la respuesta mas precisa e inequívoca que siempre nos ha dado a todos los que llama: Yo estaré contigo. Algo más?

    Gedeón pidió señales a Dios, no una, sino tres veces! Primero para comprobar que en verdad era Dios quien lo estaba llamando, y las otras dos para comprobar si en verdad el iba a poder librar a los israelitas. En verdad me siento tan identificada! Yo también soy un poco Gedeona con eso de las señales jaja y el Señor siempre me las da. Hubo un tratamiento de Dios antes de la batalla; El no quería que los israelitas que fuesen a luchar contra los madianitas fuesen tantos pues pensarían que ellos mismos se salvaron por sus propias fuerzas (Dios siempre les caminaba un paso adelante), por tanto, todos aquellos que tuviesen miedo de pelear podían irse. El Señor redujo el número de hombres para pelear a 300 contra 135.000 hombres del ejercito madianita. La consigna era: Por Dios y por Gedeón! Así atacaron los israelitas a los madianitas. Dios hacía que las tropas enemigas se atacaran entre sí y salieran huyendo; así derrotó Gedeón a los madianitas y a sus reyes, y mientras vivió hubo en esa región 40 años de paz. Después de esto, adivinen? Los israelitas volvieron a rebelarse adorando dioses falsos, increíble pero cierto. 

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