viernes, 29 de enero de 2016

La Biblia en un año #Dia29

Éxodo 28-31

   En los 4 capítulos que estudiaremos el día de hoy tocaremos varios temas de vital importancia respecto a la persona encargada de representar a Israel delante de Dios dirigiendo a la nación en la adoración, los sacerdotes. El Señor dio instrucciones precisas acerca de su vestuario, sus responsabilidades, sus ordenanzas, su actuación en el tabernáculo, y también acerca de la conmemoración del sabat, un día para descansar y adorar.

El principal sacerdote sería Aarón, el hermano de Moisés; en compañía de sus hijos Eleazar e Itamar. Ellos tendrían vestiduras sagradas, que les dieran honra y hermosura; el traje debía tener una túnica, un chaleco, una capa, un manto bordado, un gorro y un cinturón; para hacerlos se usaría tela morada, azul, roja y lino fino con bordado en oro, con dos tirantes extremos y un cinturón. Los nombres de las tribus de Israel irían grabados en piedras preciosas con cordones de oro puro como si fuese un sello, e irían sobre los hombros de Aarón, en su túnica. Esas piedras estarían allí para que cada vez que Aarón se presentara delante de Dios, el se acordara de las tribus. Se que Dios, al encarnarse a sí mismo, vino al mundo a través de Jesús naciendo en un humilde pesebre, y que el mismo Jesús fue el hombre más sencillo y servicial que pudo jamás existir; pero también he estado siendo testigo ocular de lo muy detallista que es mi Dios y de como se interesa en que todo lo que refleje su poder y su gloria fuese bello, majestuoso y de calidad. Yo soy una persona en extremo visual, amo los detalles, los complementos, las decoraciones; a pesar de ser solo formas en las que el fondo (lo mas importante) es adornado, me encanta que todo para el Señor pueda hacerse de la manera más hermosa posible; por eso me gozo en esta palabra.

   Algo clave que Dios le revela a Moisés mientras le compartía la forma en la que debía vestirse el sacerdote Aarón, es que Aarón tendría ese privilegio para acercarse a El y conocer su voluntad. Por cierto, la capa de Aarón debía tener una campanitas para que cuando el entrase o saliese del tabernáculo Dios pudiera escucharlo y así no le quitaría la vida. Me encanta ver como el Señor realmente siempre lo tiene todo resuelto! El pecado de los israelitas sería perdonado a través de Aarón una vez al año cuando él presentase el sacrificio para Dios; el resto de las ofrendas serían diarias a través de: dos corderos de un año de edad, uno en la mañana y uno en la tarde; con ambos corderos se ofrecerían además dos kilos de la mejor harina, mezclada con un litro de aceite de oliva; además sobre el altar se derramaría un litro de vino; todo eso sería quemado en su honor y llegarían hasta El como un olor agradable. Además de estas ofrendas, el Sacerdote también debía quemar incienso perfumado en un altar especial dos veces cada día en honor al Señor.  Tanto el tabernáculo, como el altar, como Aarón y sus hijos, estarían dedicados exclusivamente al servicio de Dios; y la presencia de Dios haría de ese lugar algo muy, muy especial.

   El Señor escogió todo su personal obrero para la realización de todas las obras, y eran artesanos expertos con capacidad y entendimiento; ellos estaban llenos del espíritu de Dios y el Señor había derramado en ellos sabiduría y entendimiento para hacer obras de arte; como diseños y trabajos en oro, plata y bronce: así como también, las piedras preciosas, las joyas y la madera y todo tipo de trabajos artísticos. Dios siempre usa a sus hijos; los llama y los capacita, así que dejemos el miedo. El nos llena de su Espíritu y de su entendimiento; ninguna obra es mas grande que el Dios que te llamó a hacerla.

   Ya para finalizar por este día, el Señor mandó a los israelitas a guardar el día sábado; para El, era algo demasiado importante que ellos sólo trabajasen 6 días y en el séptimo descansasen y adorasen; así como el mismo había creado en 6 días el cielo y la tierra y al séptimo descansó. Dios siempre ha querido que seamos como El cierto? Creo que es su gran deseo que podamos imitarlo en todo. Ahora si, siendo las 11:04 minutos de la noche de un viernes, me despido con amor. 


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