sábado, 16 de enero de 2016

La Biblia en un año #Dia16

   José finalmente le revela su identidad a sus hermanos... Y al hacerlo, les dice algo que da una muestra clara de una sana relación con Dios: No me enviaron ustedes aquí sino Dios. Que manera en la que José pudo descubrir el propósito del Señor con su vida; a través de un cúmulo de sin sabores a lo largo de su existencia, ahora podía entenderlo todo y descansar en Dios. Cuantas veces no me he sentido yo quizás de igual forma? Pensando en porque esa situación difícil permanece inmóvil como una roca pesada... Acaso Dios quiere que yo rompa la roca, la derrumbe o me la monte encima? O será que quiere moldear mi carácter y mi conducta a través de ella para luego mostrar su Gloria? Sin duda alguna habiendo sido llamada a los propósitos eternos de Dios, todo, todo girará su curso tarde o temprano para bendición, y sin duda también, yo estaré mejor preparada para recibir esa bendición y para compartirla de forma útil con otros.

    Habiendo dicho eso puedo decir que a través de los grandes desafíos de José, el Señor lo fué formando para ser quien salvara a su familia del hambre y para preservar la vida de muchos mas! Se que de esa misma forma Dios desea usarme para el mismo objetivo: salvar la vida de mi familia, de mi entorno y preservarlos para El. Dios me llamó, me quiso, me eligió; no yo a el primero sino El a mi; lo hizo convencido de había algo mayor en mi que tenía que ser puesto por obras, que debía ser usado por El, y en ese proceso se que usará todas las herramientas a su alcance (Como si hubiese cosa alguna fuera de su alcance) para cumplir sus planes tal cual como lo hizo con José. 

   Después de la sanidad en el corazón de José, que vino acompañada del reconocimiento y la sujeción a la voluntad de Dios para su vida, pudo reconciliarse con sus hermanos y bendecir a toda su familia de una manera hermosa: Con la mejor tierra de Egipto y lo mejor que esa tierra producía. Los trasladaron en carros, les dieron provisiones, ropa nueva, dinero, animales, granos, pan, y muchas cosas más... Ahora eran tratados como la familia del gobernador de todo Egipto! Los hermanos de José fueron a Canaán a dar la buena noticia a Jacob y así lo trajeron hasta Egipto donde pudo vivir su mayor felicidad: Volver a ver a José.

    Gracias a las grandes bendiciones que Faraón había recibido teniendo a José como su gobernador, al momento de llegar su familia no dudó en ofrecerles la mejor tierra que tenía para que ellos la habitasen, y por supuesto toda la comida que necesitaban para toda la familia. Esto me hace notar algo interesante: El Señor puede llevarnos a ocupar puestos, cargos o sitios de importancia para que seamos de bendición a nuestras familias y a nuestro entorno; para que en todo tiempo, al dejarnos usar y dirigir por el, también puedan ser ordenadas todas las cosas a nuestro alrededor bajo su dominio y poder. Siempre podemos ser canales de bendición para que Dios se manifieste; todo lo que tenemos o lo que disfrutamos es porque lo hemos recibido de El en primer lugar, todo es suyo! Todo le pertenece, por eso debemos estar claros así como José, que es Dios y solo Dios, quien honra cuando le honramos primero, para preservación de vida. Repitamos: Soy un ente para preservación de vida, no un camino que conduce a la muerte. Decido hoy dar vida, no muerte.  

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