jueves, 21 de enero de 2016

La Biblia en un año #Dia21

Alto de adoración semanal...


   Ya esta es la tercera pausa (son cada 7 días) que me permite hacer la Biblia que me acompaña que funciona para meditar en lo que he aprendido. Por cierto, esta Biblia en la cual me estoy apoyando del editorial UNILIT es maravillosa! Se llama "Biblia tu andar diario"; es la que me está permitiendo hacer la lectura secuencial de la Biblia en un año con las lecturas para cada día de forma ordenada, sencilla y muy efectiva. La recomiendo ampliamente y créanme que no me contrataron para que les hiciera publicidad jaja (Ya quisiera yo).

   En este alto de adoración semanal me corresponde leer el salmo N° 4 que habla acerca de la oración... Me gusta que sea así porque es algo en lo que estoy siendo disciplinada por Dios en los últimos meses. Directamente me ha dicho: ¡Quiero que ores mas! Y desde el pasado mes hasta ahora he doblado mis rodillas para hablarle y para que El me hable también. Deseo escuchar su voz y verme respaldada respecto a mis decisiones para que sean tomadas en relación a lo que él desea para mi; le había pedido ya esto en oración y me dio la respuesta: Si quieres saber que es lo que yo tengo que decir al respecto entonces ora y deja que yo sea el que te dirija. 

   David le dice: Ten misericordia de mi y escucha mi oración. ¿Es que acaso debemos recordarle a Dios que escuche nuestras oraciones? ¿No lo hace siempre? Wait! Yo se que David lo sabía, yo tambien lo se, pero sé que todos en un momento de ansiedad hemos dicho: ¡Señor escuchame! Puedo comprender lo que sentía. El inicia esta oración vespertina de confianza en Dios, como la misma Biblia lo señala, con angustia y aflicción, por eso este clamor tan desesperado, sin embargo, rápidamente declara que ciertamente Dios iba a escucharlo si le clamaba. Fue como si de momento se sintiese alarmado y luego aliviado. También me he sentido así cuando todo alrededor parece estar derrumbándose, luego voy al Señor, clamo a su nombre y se que el no solo escucha mi oración sino que también responde. Y repito, este es un ejercicio que Dios me ha hecho hacer muchas veces en este tiempo. Se que desea aumentar y fortalecer mi fe. 

   David termina el salmo de la manera mas maravillosa, como para darle un cierre total a la angustia y retirarla del panorama: En paz me acostaré y asimismo dormiré; porque solo tu Jehová, me haces vivir confiado. Esto es un rechazo total a la alarma y a la desesperación. Así que bien por ti David, esta fue  y es la mejor forma para poder descansar. Clamar, escuchar, esperar. Repitelo las veces que sea necesario. 

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