sábado, 2 de enero de 2016

La Biblia en un año #Dia2

    En este día, he leído los capítulos 3 y 4 del libro de Génesis, es evidente una sola cosa, la desobediencia trae maldición; ambos capítulos reseñan el pecado del hombre y sus severas consecuencias; sin embargo, también traen consigo la evidencia de la misericordia de Dios... como siempre. Tanto Eva, como Adán, como su hijo Caín, no pudieron resistir la tentación en sus puntos vulnerables y sencillamente cayeron. Frente a esto me encuentro una frase del #AndarDiario de la versión de la Biblia que me acompaña que dice "Satanás conoce tu punto débil y te hará tropezar, si tu se  lo permites; Dios también conoce tu punto débil y te fortalecerá contra los ataques de satanás... si tu se lo permites". En este punto de la lectura estoy: reforzada. 

    Eva y Adán no pudieron huir de las consecuencias demoledoras que el pecado trajo a sus vidas; para mi, la mas triste de ellas, fue no haber podido continuar esa comunicación ininterrumpida, fluida y hermosa que podían mantener siempre con el Señor; el pecado los hizo avergonzarse, esconderse, querían huir de El, no se sentían en condiciones de poder hablar o disfrutar de su presencia... eso sin duda habría roto mi corazón. Sin embargo, el Señor mismo luego de que ellos supieron que estaban desnudos a causa de su desobediencia, les hizo túnicas de pieles y los vistió (2:21). Esto me enamoró de nuevo... El siempre es así cierto? Tan bello, tan especial, tan único... A pesar de nuestra maldad siempre muestra su amor. 

    Lo mismo le pasó a Caín, luego del lamentable episodio con el asesinato de su hermano Abel, tuvo que ser severamente castigado; y, aunque fue así, el sabía que si clamaba por misericordia el Señor iba a responder. Caín iba a ser echado fuera de la tierra, y tendría que vagar por el mundo lejos de la presencia de Dios sin poder descansar jamás (4:14); pero Dios le dijo que si alguien lo mataba sería castigado 7 veces, y que pondría una señal en él para que todo aquel que lo encontrara no lo matara. Mi Dios es inigualable! en este punto de la lectura estoy: maravillada. 

    El pecado entró al huerto del Edén y próximamente dio lugar a la muerte... Lamentablemente, y aunque en ocasiones lo olvidemos, el pecado siempre origina muerte (Ro. 6:23). He tenido la oportunidad de lidiar y trabajar con este principio en numerosas ocasiones en la obra de evangelismo y rescate de almas, donde con gusto he trabajado los últimos años; una persona cae en tentación, peca y luego se interrumpe su relación con Dios, pues el pecado lo separa de El; para la restauración de esa relación la persona debe tener arrepentimiento genuino, ser perdonada y continuar su andar resistiendo la tentación y diciendo que no al pecado. Esto nos muestra que estamos frente a un Dios que no se goza en nuestra desobediencia y permite que suframos sus efectos lamentables, pero, que también es misericordioso, perdonador, amoroso, fiel y justo; tal y como lo pudieron vivir estos primeros personajes de la Biblia. Yo también lidio con el problema del pecado, como todos, pero a su vez, disfruto del perdón y la misericordia de Dios todos los días de mi vida... Ese es uno de mis mas preciados regalos!


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