lunes, 1 de febrero de 2016

La Biblia en un año #Dia32

Bueno, bueno, la celebración por haber finalizado el primer mes de esta experiencia duró solo 24 horas, porque es hora de seguir leyendo y escribiendo. Hoy doy inicio a Levítico; debo confesar que la gran parte de éxodo tuve que leerla en traducción lenguaje actual, pues algunas cosas me fueron difíciles de comprender. Yo soy una persona "Reina Valera", pero si he tenido que consultar con varias traducciones para captar la visión completa del traslado de los israelitas por el desierto, la comunicación entre Dios y Moisés, y la gran edificación del santuario de Dios; que por cierto, en la versión Reina Valera no se llama santuario, sino tabernáculo, como es más universalmente conocido.  El Libro de Levítico toma su nombre de la tribu sacerdotal de Leví, pues describe las regulaciones concernientes al sacerdocio y a la adoración en el tabernáculo; sacerdocio que pertenecía a los miembros de la tribu levita; quiere decir que en este libro, los israelitas aprenderán como deben adorar a Dios. Ya voy entendiendo poco a poco, y aún no he tenido que abrir la traducción en lenguaje actual ni la nueva traducción viviente, aunque me siento tentada. 

   En los 3 primeros capítulos de Levítico, el Señor le explica  a Moisés como desea recibir los sacrificios y las ofrendas en su honor, ya que esta era la forma en la que Dios había determinado que los israelitas le adoraran. La primera de ellas eran los holocaustos u ofrendas quemadas, en la cual se sacrificaba ganado vacuno, ovejuno u ofrendas de aves; con la intervención del sacerdote en la realización del sacrificio. La segunda ofrenda comprendía la oblación o provisión, que eran ofrendas para dar gracias a Dios y se realizaban a través de harina de la mejor calidad, panes o galletas o cereales fritos en sartén; o también, los primeros frutos de las cosechas de los israelitas, las espigas tostadas al fuego, o harina de los cereales recién cosechados. Estas ofrendas serían llevadas al sacerdote para que quemara una parte sobre el altar con el propósito de recordar que Dios les daba su provisión; y la otra parte solo podrían comerla los mismos sacerdotes como una ofrenda muy especial y de olor agradable presentada en honor al Señor. El tercer tipo de ofrenda eran ofrendas de paz o de acción de gracias, y se realizaban mediante ganado vacuno, oveja, cordero, cabra; al realizar el sacrificio, Dios recibía la ofrenda en su honor con olor grato; pues esto mostraba acciones voluntarias y compromisos de adoración con El. Dios siempre ha establecido herramientas para que le demos honra y alabanza, y aunque el sacrificio de animales ya no sea una de ellas; son muchísimas las formas en las que hoy día podemos brindarle nuestra adoración, y como siempre pienso, dándole el mayor de los sacrificios, nuestra obediencia, con una vida rendida completamente hacia El. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario