Hoy termino de leer los últimos 3 capítulos del libro de
Números, que es el cuarto libro del pentateuco (los cinco primeros libros de la
Biblia); debo decir que este libro se me pasó rapidísimo! Y no puedo creer que
ya estoy en el día 50 de mi reto y a punto de comenzar el quinto libro de las
Escrituras. La distribución de la tierra empieza para las nueve tribus y media
que quedarían en Canaán, ya que dos tribus y media iban a quedarse del otro
lado del río Jordán frente a la ciudad de Jericó: La tribu de Rubén, la tribu
de Gad, y la media tribu de Manasés. De las ciudades que fuesen repartidas a
cada tribu debían darles a los descendientes de Leví algunas ciudades, Así
ellos tendrán un lugar donde vivir, y su ganado tendría dónde pastar. Las
tribus que tuviese más territorio, darían más ciudades; las tribus que tuvieran
menos territorio, darían menos ciudades.
De las ciudades que fuesen dadas a la tribu de Leví, seis
de serían ciudades especiales de refugio. Si una persona mataba a alguien
por accidente, podría ir a esas ciudades, y buscar protección; allí nadie
podría hacerle daño; tres de esas ciudades especiales de refugio estarían del
otro lado del río Jordán y tres estarían en la ciudad de Canaán; cuando la
persona que hubiese matado a alguien por accidente y llegase a una de esas
ciudades a refugiarse el pueblo juzgaría si esta persona debía ser condenado a
muerte o no. El Señor también estableció en este punto cuales delitos iban a
tener pena de muerte; les recuerdo, nuestro Dios es todo un legislador de primera
mano.
Toda la tierra fue repartida a través de la descendencia
masculina de la familia, pero había una familia que no tenía varón heredero
sino puras mujeres, que eran las hijas de Zelofehad, descendiente de la tribu
de José; en este caso el Señor ordenó en principio que ellas podían heredar la
tierra de su padre; sin embargo, uno de los jefes de esta tribu le manifestó a
Moisés que si alguna de ella se casaban con hombres de otras tribus, ellos
perderían territorio porque pasaría a los hombres con los cuales ellas se
casasen; entonces les fue establecido que podían elegir con quien podían
casarse siempre y cuando fuese de su misma tribu; de ese modo, los terrenos de
una tribu no pasarían a otra. Las mujeres obedecieron y sus terrenos siguieron
siendo de la tribu de su padre. ¡Seguimos!
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