viernes, 19 de febrero de 2016

La Biblia en un año #Dia49

   Números 31-33


  Ya finaliza el liderazgo de Moisés, en verdad siento un poco de nostalgia con esto, gran parte del inicio de este reto de lectura de la Biblia en un año ha estado acompañado por él; desde su nacimiento, hasta su llamado, su formación como líder de Israel, sus penas, sus glorias; son grandes las formas en las que Dios ha tratado con este gran personaje. Moisés logró dirigir al pueblo en su lucha satisfactoria contra los madianitas y también coordinó la elección del lugar para vivir de la Tribu de Rubén y la de Gad pues estos no querían seguir hacia la tierra prometida sino habitar las regiones de Jazer y Galaad; frente a esto, Moisés los hizo prometer que solo podían hacer eso si cruzaban el río Jordán junto a toda la nación para pelear con ellos en la guerra y conquistar el territorio de Canaán y que luego de hacer eso podía regresar a la tierra que deseaban habitar; de este modo mostrarían su obediencia a Dios, estos dos Tribus hicieron esta promesa.

   En el capitulo 33 se hace un gran recuento del recorrido de los israelitas, dirigidos por Moisés y el sacerdote Aarón, desde su salida de Egipto hacia todas las regiones por donde debieron pasar antes de llegar al territorio prometido; Dios le pidió a Moisés que hiciera una lista de todas estas regiones, la cual resultó ser bastante extensa; si sé que tengo varios días leyendo todo este peregrinaje israelita, mas de mes y medio para ser exactos, pero no había caído en cuenta de todos y cada uno de estos lugares por donde la nación tuvo que pasar.  Aarón murió 40 años después de la salida de todo el pueblo de Egipto, a la edad de 123 años.

   Encontrándose en las llanuras de Moab, frente al río Jordán, el Señor le dijo a Moisés que cuando los israelitas llegasen a Canaán, debían conquistar la tierra y quedarse allí; por lo que debían echar fuera a toda la gente que estuviese habitando la región y destruir todas las figuras de piedra que los cananeos adoraban, así como las estatuas y los altares donde las adoraban. El territorio iba a ser divido mediante sorteo; las familias más grandes recibirían mas territorio, y las pequeñas recibirían un territorio pequeño. La región iba a ser repartida por tribus. Si los israelitas no cumplían y no sacaban de la tierra a la gente que la habitaba, el Señor haría que la gente les fuese tan molesta como si tuviesen astillas en los ojos o espinas en el cuerpo, y que todo el mal que había prometido hacerle a los cananeos se los haría a ellos mismos. Ya sabemos lo que pasa con la desobediencia, Dios siempre cumple lo que promete, tantos las promesas que nos gustan como las que no. Estoy ya desesperada por entrar a Canaán! jaja


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