domingo, 7 de febrero de 2016

La Biblia en un año #Dia38

   Llegué a mi siguiente alto de adoración semanal y debo contarles algo... Sin darme cuenta seguí leyendo y me adelanté en la lectura pues había pasado este alto por alto! Después de seguir leyendo Levitico me di cuenta de que estaba escribiendo el dia 39 sin hacer el 38... Creo que eventos como este serán naturales en las más de 300 lecturas que me faltan por hacer; a veces me quedo, a veces quiero seguir, otras tantas tengo que repetir la lectura y así; lo importante es seguir decidida a cumplir con todas las exigencias de este reto de lectura; gracias a Dios hasta el momento no he sentido el deseo de renunciar; y ya se, apenas van 38 días, pero en otras oportunidades me lo propuse y ya la primera semana me rendía, asi que aún en estos pocos días me siento motivada, complacida y contenta. 

   Levítico no ha sido un libro fácil, y eso que éxodo me pareció difícil; las lecturas de cada día no son tan extensas, realmente el programa de esta Biblia es muy ligero y a la vez efectivo; fácil de digerir y ejercitar, pero realmente las escrituras contentivas en estos libros en referencia al pueblo de Israel, sus formas, sus costumbres, sus mandamientos, su sitio de adoración, sus sacerdotes, entre otros detalles más, no se me ha revelado de forma tan sencilla; y eso que no he llegado a Reyes, Jueces y Crónicas! Igual gracias a Dios y a las herramientas que hoy existen, creo ir sin dudas hasta ahora. 

   En mi pausa de hoy (que no hice) debo leer el salmo N° 9, acción de gracias por la justicia de Dios. Yo veo algo aqui, y es que David sin duda sabía como alabar a Dios! y algo más grande que eso, siempre tenía el deseo de hacerlo; en sus peores y mejores momentos. Que hermoso es llenar al Señor del fruto de labios que confiese su nombre, reconocer sus atributos y sus bondades; y David siempre tenía esta orientación, hecho que es más que evidente en el libro de los Salmos. "Te alabaré oh Jehová con todo mi corazón y contaré todas tus maravillas; me alegraré y me regocijaré en ti, oh altísimo" (9:1-2). Sería yo capaz de consolidar en un libro, así como David, las formas en las que me gozo en el Dios de mi salvación, y confesar públicamente toda su grandeza? En este punto de la lectura me siento: reflexiva. Espero poder darle al Señor una muestra de honor a su nombre que vaya mas allá de la rutina, de la acostumbrada repetición de un canto o de una oración sin sentido; sino que en verdad pueda adorarlo en Espíritu y en verdad; con entendimiento, con conocimiento de causa, con identidad, con compromiso; y que todo lo que suceda dentro, entre los dos, se manifieste fuera, con mis semejantes.


No hay comentarios:

Publicar un comentario