miércoles, 18 de mayo de 2016

La Biblia en un año #Dia136

    Ester 8-10

    Luego de que el Rey obrará en favor de Ester, también le regaló la casa de Amán, el extinto enemigo de los judíos. Ester le comunicó a Asuero su parentesco con Mardoqueo, y el rey tomó el anillo que antes le había dado a Amán, y se lo entregó a Mardoqueo, y lo hicieron cargo de todo lo que antes era de Amán. A pesar de que Ester y Mardoqueo ya estaban a salvo, ella no dejó de intervenir por toda su nación; una vez más rogó al rey por su pueblo y le pidió que escribiera una orden que anulara el documento que Amán había dictado para destruirlos. Entonces el rey les dio el permiso de escribir las órdenes necesarias con su sello y su firma en favor de los judíos; las ordenes fueron enviadas a todos los gobernadores y principales autoridades de las ciento veintisiete provincias. Estas ordenes daban permiso a los judíos de reunirse en todas las ciudades para defenderse, matar y destruir totalmente a quienes los atacaran, sin importar de dónde vinieran. Los judíos estaban tan alegres que hicieron una gran fiesta; a medida que se iba conociendo la orden del rey y su documento, en cada provincia y ciudad, los judíos festejaban con gran alegría. Y tanto era el miedo que les tenían a los judíos, que muchos en el país aceptaron su religión. Esto es lo que yo llamo: Temor a Dios... Su poderío y majestad fue tan conocido por esta nación extranjera que hasta terminaron creyendo en su nombre. ¡Que grande es Dios!

    Cuando debía cumplirse la orden del rey para que los judíos fueran destruidos, ellos triunfaron sobre sus enemigos; nadie se atrevió a hacerles frente, porque ahora todos les tenían miedo. Además, todos temían a Mardoqueo, pues ahora él tenía un puesto muy importante en el reino. Mardoqueo se hizo muy famoso en todas las provincias, y cada vez tenía más poder. Los judíos se armaron de espadas, y acabaron con todos sus enemigos; también en la ciudad de Susa mataron a quinientos hombres incluyendo a los hijos de Amán. Asuero preguntó de nuevo a Ester si quería pedirle algo más, pues él estaba dispuesto a darle todo lo que quisiera (no se pero cada vez que leo eso quiero ser Ester jaja); Ester le pidió que permitiera que los judíos acabaran con sus enemigos en la capital de reino y que los cadáveres de los hijos de Amán fuesen exhibidos en publico. El rey ordenó que se hiciese así como Ester le había pedido y los judíos acabaron con todos sus enemigos; luego se dedicaron a festejar su victoria.

    Mardoqueo ordenó que se pusiera por escrito todo lo sucedido, y además ordenó que para recordar el mes y los días que habían sido librados de sus enemigos, cada año debían hacer fiesta en honor a los días en que el Señor les dio la victoria, y su sufrimiento y tristeza se cambió en gozo y alegría. Esto se conoce bíblica y universalmente como la fiesta de Purim; festividad judía celebrada anualmente el 14 del mes judío de Adar que suele coincidir con el mes de marzo, que era exactamente la fecha en que Amán había decidido matar a los judíos. Esta era una fiesta de salvación, de alegría, de felicidad y regocijo por todo lo que les había ocurrido y habían tenido que enfrentar, por eso, todos los años, sin falta, todos los israelitas, sus hijos, sus nietos, debían celebrar esta fiesta y no podían olvidarse nunca de lo ocurrido en estas fechas. 

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