Jeremías 40-45
Después
de la invasión a Jerusalén, muchos judíos serían llevados cautivos a Babilonia
y otros se quedarían en Judá, y aunque no lo crean, a los cautivos les iba a ir
mejor. Nabucodonosor había puesto por jefe de gobierno de Judá a Gedalías,
quien le ofreció a Jeremías la posibilidad de escoger entre ser deportado con
los cautivos a Babilonia, o permanecer en su pueblo; Jeremías escogió entonces
permanecer en Judá y continuar su Ministerio entre el remanente. Algunos jefes
y soldados de Judá se presentaron frente a Gedalías y él les dio ánimo a todos
ellos, y les dijo: No tengan miedo de los babilonios; quédense a vivir en
Babilonia, y ríndanse al rey. Pero ellos prefirieron quedarse en Judá al igual
que todo el resto de judíos que se habían dispersado por otros países. No puedo
culparlos, la tierra es la tierra, probablemente pensaron que estando allí en
Judá, podían levantar de nuevo su nación; no obstante, ya Dios lo había
advertido: «Guerras, enfermedades y muerte», contra Gedalías se levantó Ismael,
bajo las órdenes del Rey de Amon, quien mató a Gedalías y también a todos los
judíos y soldados babilonios que estaban allí.
Después
de los enfrentamientos con Ismael, el pueblo quiso huir a Egipto para escaparse
de los babilonios, entonces les pareció prudente consultar a Dios sus planes,
por lo que hablaron con Jeremías. Los judíos le dijeron a Jeremías que le
pidiera a Dios que les dijera a donde debían ir, y le prometieron que harían
todo lo que Dios les mandase. El Dios todopoderoso mandó a decir dos cosas: Si
se quedaban a vivir en Babilonia, Él prometía no destruirlos, sino salvarlos y
protegerlos, haciendo que el Rey de Babilonia los tratara bien; pero si se iban
a Egipto morirían en la guerra, o de hambre, o de alguna enfermedad. Jeremías
dijo una vez más: Recuerden que Dios les ha dicho que no vayan a Egipto. Ahora
bien, en todos estos meses conociendo a este pueblo, ¿Cuál opción creen que
tomaron? Exactamente, desobedecieron a Dios y le dijeron a Jeremías que era un
mentiroso, que él solo quería que ellos cayeran en poder de los babilonios;
finalmente se fueron a Egipto, llevándose también con ellos a Jeremías y a Baruc.
El Señor volvió a hablarle a Jeremías y le dijo que pondría el poder de
Babilonia también sobre Egipto y lo conquistaría, a unos se los llevaría
prisioneros a otro país, y a otros los mataría. con relación a los judíos que
vivían en el norte de Egipto, el Señor dijo que el mismo había ordenado su
destrucción producto de su perversidad y de su mala conducta, y que hasta ese
mismo instante no habían mostrado remordimiento ni reverencia; por lo tanto,
tomaría al remanente de Judá y los consumiría hasta que no quedase ninguno. Del
remanente que huyó a Egipto, con la esperanza de regresar algún día a Judá, no
quedarían sobrevivientes.
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