viernes, 17 de junio de 2016

La biblia en un año #Dia159

    Alto de adoración semanal...


    Durante esta semana (una semana con más de 7 días), empecé mi recorrido por el Libro de los Salmos, los que precisamente he estado leyendo durante estos 6 meses en estos altos de adoración semanal... Ya va, ¿Lo dije bien? ¿En serio vamos en el mes seis de mi reto de lectura? La verdad cada vez que me pongo a reflexionar en el tiempo me sucede lo mismo, voy de un asombro a otro. 6 meses y ya llevo mi marca libros casi en la mitad de la Biblia; ¡Que maravilloso ha sido! Ahora que he dejado atrás toda la historia del pueblo de Israel y de sus personajes principales, me he encontrado alabando y glorificando al Dios del cielo al lado de los salmistas, y ha sido esplendido. De verdad, verdad, ya sabía que los Salmos son un deleite, pero en este tiempo lo he reafirmado; aunque aun no he abierto la Biblia en el día que me toca leer el N° 119 porque no se como será eso! jaja

    David, como autor mas predominante del Libro, sigue llevándose mi total y absoluta admiración; desde que era un simple pastor de ovejas ignorado para ocupar el liderazgo de Israel, hasta su sólido reinado; y también, en su faceta como escritor y poeta de Dios. ¿Será que había algo que este hombre no sabía hacer? Como escritora me tengo que sentir necesariamente identificada con él, en esa forma tan única y singular de adorar a Dios a través de las letras en todas sus sublimes composiciones. Este poeta sabía dar al Señor mediante la escritura, estructuras bien completas respecto a su fe; entre alabanzas, peticiones, ruegos, acciones de gracias, arrepentimientos y suplicas, creó varios ejemplares bastante sólidos que muestran la riqueza de su relación con Dios. Hoy precisamente me corresponde leer otro de sus Salmos, el N° 51, titulado: arrepentimiento y plegaria pidiendo purificación. David escribió este Salmo después de que tuvo relaciones sexuales con Betsabé y de que el Profeta Natán lo reprendiera por haber cometido adulterio. Entonces, ¿Cómo un hombre que se equivocó de esta manera tan gigantesca pudo haber sido el hombre "conforme al corazón de Dios"? Creo que leer su reacción en este Salmo ante su condenable acción lo demuestra.

    David oró al Señor y dijo: Dios mío, tú eres todo bondad, ten compasión de mí; no tomes en cuenta mis pecados. Quítame toda mi maldad; te he ofendido; he hecho lo malo en tu propia cara. Tienes toda la razón al declararme culpable, quítame la mancha del pecado, y quedaré limpio. Ciertamente David había infringido la Ley del Señor y lo había ofendido en gran manera, pero fue tanto su dolor ulterior que clamó fuertemente para ser corregido y perdonado; arrepintiéndose de su maldad y ofreciendo al Señor alabanzas por su bondad inmerecida. David dijo algo cumbre y determinante en esta desesperada oración: Yo con gusto te ofrecería animales para ser sacrificados, pero eso no es lo que quieres, eso no te complace; para ti, la mejor ofrenda es la humildad. De verdad David estaba muy claro en lo que decía, y aunque fuese tan pecador como cualquiera de nosotros, también debo decir que estoy de acuerdo con Dios al declarar que él tenía un hermoso corazón. Imagínense nada más, Conforme al suyo. El Señor no desprecia al que con humildad y sinceridad reconoce sus faltas y se arrepiente; y así como David, todos hemos disfrutado de ese hermoso regalo que es su misericordia y su perdón. ¡Que grande eres mi Dios!



17  Para ti, la mejor ofrenda es la humildad

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