martes, 5 de julio de 2016

La Biblia en un año #Dia172

    Salmos 104-106

    Toda la tierra está llena de los grandes beneficios de Dios, aunque muchos insistan en negarlo, la verdad es que la creación declarada a gritos lo evidente: existe un Creador. El Señor afirmó la tierra sobre sus bases y de allí jamás se moverá, puso los mares en el lugar que les había señalado y en esas aguas todos los animales calman su sed; también hace crecer las plantas para el bien de toda la gente: el pan, que da fuerzas, el vino, que da alegría, y el perfume, que da belleza. Nuestro Dios ha hecho con su mano poderosa todo el universo, y todas sus obras fueron realizadas con sabiduría; de Él depende toda la creación, y su Espíritu es el que permite que en la tierra todo cobre vida; así que, el Dios creador, también se encarga de sostener y cuidar toda su obra maestra. Cree que si Él se deleitó en formarte, también será su deleite el sustentarte, pues su poder dura para siempre. Además de las maravillas que ha hecho mi hermosisimo Dios desde la creación del mundo, también aumentó todas sus maravillas en favor de Israel; ¿Y como no? Si es que no he visto un amor mayor que el de Dios por sus hijos, especialmente por este pueblo, que, aunque caminó en una desobediencia sostenida en el tiempo, siempre fue perdonado y renovado en su relación Él. 

    Los hebreos en Egipto no entendieron las maravillas del Señor; no se acordaron de la muchedumbre de sus misericordias, sino que se rebelaron junto al mar, pero él los salvó por amor de su nombre, para hacer notorio su poder. Dios los salvó de la mano del enemigo, y los rescató de la mano del adversario; pero ellos muy pronto olvidaron sus obras y se entregaron a deseos desordenados hasta tentar al Señor; adoraron otros dioses, murmuraron, sacrificaron a sus hijos, provocaron la ira del Señor y no oyeron su voz; sin embargo, las promesas hechas por Dios a Abraham y a Isaac fueron confirmadas a Israel por pacto eterno; y a pesar de las múltiples formas en las que esta nación fue rebelde delante de Dios, Él nunca dejó de serles fiel. Con todo, él miraba cuando estaban en angustia y oía su clamor; se acordaba de su pacto con ellos, y se arrepentía conforme a sus misericordias. Jehová, el Dios de Israel, los miraba y los salvaba cuando clamaban a Él; así que hoy puedo sentirme aún mas segura, el siempre me responderá cuando clame a su nombre; y aún si decidiera apartarme, alejarme, y desagradarlo, el siempre me atraerá a su presencia con amor. Pregunto de nuevo, ¿Hay otro Dios mejor que Él? Simple: No lo hay. 



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