jueves, 7 de julio de 2016

La Biblia en un año #Dia174

    Salmos 107-110

    Alaben a Jehová porque él es bueno, porque para siempre es su misericordia; esto es lo que para los seguidores de la fe cristiana tiene más sentido, y lo que para los no creyentes en la misma, lo que menos lo tiene. A Dios se le ama por lo que Él es, no por lo que el hace; los que no creen en Dios se la pasan buscando razones para no hacerlo, como si para poder defender la necesidad de negar su existencia, o lo que llaman su falta de ocupación para con el genero humano, tuviesen que estar provistos de un razonamiento lo suficientemente sustentado y creíble; no obstante, los que creen, no buscan "razones" para hacerlo, simplemente lo hacen; porque la relación con Dios es así, por convicción. Dios es BUENO, su nombre es BONDAD, y Él no puede negarse a sí mismo o a su carácter como Padre de los cielos; no es bueno cuando los días son buenos, Él siempre lo es; y solo conociendo a Dios a través de esa certeza podemos vivir en paz con todas y cada una de sus decisiones así no agraden a nuestro parecer. Los israelitas anduvieron perdidos en el desierto, sin hallar cuidad donde vivir, esto definitivamente fue difícil para ellos, pero estando allí clamaron a Dios en su angustia y Él los libró y los condujo hacia ciudad habitable; no lo dudemos, el sacia al alma menesterosa y llena de bien al alma hambrienta. Aún cuando hemos sido afligidos a causa de nuestra insensatez, siendo rebeldes a su Palabra, Él rompe nuestras prisiones y nos muestra nuevamente su misericordia. Entonces, Él tampoco es bueno solamente cuando nosotros le mostramos fidelidad; Él SIEMPRE lo es. 

    Frente a la bondad inmerecida de Dios, el corazón de sus hijos se afirma y se deleita en cantar alabanzas a su nombre; más grande que los cielos es su misericordia y hasta los cielos es su verdad, por eso es exaltado sobre el campo celestial y enaltecido sobre la tierra. David entendió la riqueza invaluable de ser defendido y apoyado por Dios, por eso siempre su deseo de adorarlo aumentaba cada día; aunque en muchas oportunidades las palabras de odio lo rodearan y se levantaran enemigos en su contra, tal y como leíamos ayer, el Señor lo favorecía y lo libraba con su gran poder. El Señor manifestó su pacto con David: Hacerle jefe de un reino eterno y poderoso y poder gobernar sobre sus enemigos; y estuvo a su lado para protegerlo y cumplir su promesa. Entonces el salmista también decía con seguridad: Quiero alabar a Jehová en gran manera, porque ha sido bueno. Dios es BUENO, sencillamente, Él siempre lo es. 



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