Eres bendición

Un día el Señor le dijo a Abram: «Deja tu tierra, tus parientes y la casa de tu padre, para ir a la tierra que yo te voy a mostrar. Con tus descendientes voy a formar una gran nación; voy a bendecirte y hacerte famoso, y serás una bendición para otros. Génesis 12:1-2

Cuando el Señor llamó a Abram, le dijo que dejara todo cuanto tenia y se fuese a una tierra totalmente desconocida con la única garantía de su bendición, y con ella, convertirlo en una nación grande. Abram ya era un hombre maduro, con una sólida relación con Dios, con esposa, prosperidad financiera, respeto y bastante estabilidad. Quizás su meta, no era dejar todo aquello por enrumbarse a un territorio desconocido donde no sabía ni siquiera por dónde empezar, y donde además seria un completo extraño. Pero sino se hubiese atrevido a seguir la voz de Dios, no habría obtenido su promesa, ni se habría convertido en Padre de multitudes; en el gran Padre de la fe judía. Dejándose llevar por sus propios intereses ya era un hombre lo suficientemente prospero y exitoso, ya el mismo Señor le había provisto ese nivel de influencia y lo había dotado de grandes alcances. Pero Dios le dijo: ¡Voy a llevarte por más! Ya no solo vas a recibir bendición, de ahora en adelante, tú SERÁS bendición. Yo voy a llevarte de mi mano, y verás que todo esto que te parece grande y soñado, va a ser como nada, cuando te encuentres con lo que YO quiero hacer de ti y contigo. Y asi es como en la simiente de Abram, hemos sido bendecidas todas las familias de la tierra. 

La próxima vez que te encuentres luchando con Dios, queriendo que haga realidad TUS sueños, lleva la vista espiritual un poco más allá, y anímate a cumplir los suyos!! Lo que en el cielo se ha dicho de ti, y el valor que tiene tu nombre, es incomparable con lo que tu propia mente piensa o desea. Así que, como Abram, atrévete a obedecer a Dios, y camina conforme al llamado supremo con el cual fuiste diseñado incluso antes de ser formado.

¡Arriesgate!