Cuando tentó a Jesús en el desierto, tres veces le respondió el Señor por la Palabra y el no tuvo éxito en sus intenciones de hacerlo caer. Jesús lo resistió con el poder de la Palabra de Dios!! El salmista dijo: Tu palabra estará de continúo en mi boca. ¿Por qué? ¿Porque somos unos religiosos? ¿Porque no podemos hablar de otra manera? NO. ¡Porque la Palabra es poder! Y mientras muchos quieren ser tan aceptados por el mundo, que terminan pareciéndose a él, satanás gana más terreno. Hoy me pregunto: ¿Qué lenguaje estamos usando? ¿Aquel que alaba a Dios y pone grillos a los planes del maligno, o aquel que más bien contribuye a sus perversiones? No te dejes engañar. Satanás entra sutilmente para que en vez de tener las palabras del Señor en tu boca, tengas las suyas; y así poco a poco usarte a su favor. Eres el reino, eres luz, eres poder. Así que asume tu identidad y dile al maligno que en todo caso, preferirás callar antes de que tu boca declare su maldad.
No empleen un lenguaje grosero ni ofensivo. Que todo lo que digan sea bueno y útil, a fin de que sus palabras resulten de estímulo para quienes las oigan. Ef. 4:29
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