lunes, 15 de enero de 2018

Reyes y Sacerdotes

Nosotros estamos recibiendo un reino que nadie puede hacer tambalear. Por eso seamos agradecidos y adoremos a Dios de la manera que a él le agrada. Hagámoslo con respeto y con temor. Hebreos 12:28 (PDT)

¿Conoces el alcance de tu sacerdocio? Quizás, solo quizás, en ocasiones, no estemos lo suficientemente apercibidos del grandioso poder que Dios ha depositado en nuestras manos. Él, nos ha hecho administradores principales de todos sus asuntos y posesiones, por lo que estamos entonces, consagrados a su entera y total disposición. Nuestra identidad como hijos, no está determinada por los poderes de este mundo, y nuestros recursos van mucho más allá de lo humano y lo terrenal. Es Dios mismo quien nos ha hecho recibir un reino inconmovible donde el único Rey soberano es Él, y quien está muy por encima de cualquier gobierno o potestad. Asume hoy, tu posición de reino, y no dejes perder todas las cosas que el Señor tu Dios te ha confiado. No dejes que se conviertan en escenarios que no puedas manejar, y que debas delegar a otros porque tu simplemente no has tomado las herramientas celestiales para realizar el trabajo que se te encomendó. En este reino, debemos adorar a Dios con el amor y la honra que a él le gusta recibir. Aquí no hay mayores o menores, primeros o últimos, simplemente hay servidores dispuestos a manifestar la Gloria del Dios todopoderoso. No seamos como ese siervo que escondió bajo tierra el tesoro que su señor le entregó y no pudo multiplicar sus recursos. Al contrario, tomemos lo que Jesús nos ha dado para invertir, y ganemos mucho más. A los que usan bien lo que se les da, se les dará aún más y tendrán en abundancia; pero a los que no hacen nada se les quitará aun lo poco que tienen. Seamos fieles para administrar todo lo que hemos recibido de parte del Señor: Familias, dones, talentos, Ministerios, empleos, bienes, llamados, propósitos; y seamos aún audaces para convertirlo en mucho más. 

¡Reina!


No hay comentarios:

Publicar un comentario